La voz necesita, entonces, del soporte material de la respiración, de una respiración  que se integre de manera armónica a un esquema corporal y  postural adecuado. La voz precisa también, que la corriente espiratoria se produzca de manera libre y adaptada al tipo de necesidad comunicativa.

 

          A través del tratamiento vocal será necesario desarrollar  una conciencia respiratoria profunda, que nada tiene que ver con  ejercicios de «gimnasia» respiratoria. Contrariamente, significa darse cuenta de cuáles son nuestras dificultades respiratorias, qué zonas del tronco permanecen rígidas y bloquedas  durante la respiración, o lo que es lo mismo, qué partes del tronco no participan de la respiración y porqué. Significa tomar consciencia del propio cuerpo de manera global, darse cuenta de cómo se altera nuestro ritmo respiratorio en los diferentes momentos y circunstancias de nuestra vida cotidiana.

 

           Esta manera de entender la respiración como un «tomar consciencia», va más allá del trabajo mecánico y repetitivo de muchos ejercicios respiratorios que pretenden  ejercitar músculos y ponerlos  exclusivamente al servicio de  una óptima ventilación o emisión vocal.

 

          Queremos precisar que, despertar la consciencia respiratoria a través del tratamiento vocal, no excluye la práctica de ejercicios respiratorios convencionales o específicamente orientados a dar el conveniente soporte a la situación comunicativa: voz hablada, proyectada o cantada. pero está lejos de verlos desde una perspectiva exclusivamente fisiológica. Despertar la conciencia respiratoria es, como dijimos anteriormente, darse cuenta de cómo  impactan a nuestra respiración -y por lo tanto a nuestro cuerpo-, los diferentes estímulos  que provienen del exterior y de nuestro propio interior. Es también, desarrollar la capacidad de retomar a través de la autorregulación nuestro propio ritmo respiratorio; es, en definitiva, integrar  la respiración  en nuestra vida.

             Si el tratamiento vocal no incluye una autoconsciencia corporal progresiva, correríamos el riesgo como fonoterapeutas, de llevar a cabo un tratamiento que modificará conductas  sólo a nivel superficial o periférico. Llevaríamos a cabo una auténtica gimnasia respiratoria que ejercita músculos, pero que no se integra en la totalidad psico-física de la persona, aspecto éste  que creemos de fundamental importancia cuando trabajamos con personas disfónicas.

 

          Por todo ello, podemos llegar ahora a dar respuesta a la cuestión que planteamos  en el enunciado de este apartado:

 

            ¿ debemos modificar el tipo respiratorio ?

 

          En nuestra práctica profesional a lo largo de los años, hemos atravesado períodos diferentes que nos hacían optar por criterios diferentes. Inicialmente considerábamos que la práctica respiratoria debía pasar por una auténtica gimnasia que pusiera en marcha  el mecanismo de la respiración costo-diafragmática buscando unos efectos fisiológicos: ventilación pulmonar y apoyo a la emisión vocal. En otro período nos planteábamos el hecho de que si la respiración es tan vulnerable a  estímulos externos o internos del propio individuo, parecía difícil incidir de forma directa sobre este delicado mecanismo. Finalmente, hemos optado  por  el siguiente criterio: creemos imprescindible abordar la respiración  integrándola dentro del trabajo corporal que llevamos a cabo en pacientes con disfonías. Este trabajo corporal incluye  diferentes aspectos pero sin lugar a dudas, la consciencia del eje vertical del cuerpo y de la columna vertebral juegan un  papel primordial; tengamos presente que la respiración  se apoya en este eje y se lleva a cabo alrededor de él.

 

          Pero también la voz se emite  de manera «centrada» respeto al eje vertical del cuerpo; en el caso de pacientes afectados con disfonía, la voz se emite de manera desplazada respecto al eje vertical del cuerpo. Este desplazamiento  hace que se pierda el apoyo de la pelvis como centro  de gravedad, y se concentre un exeso de tensión en la parte anterior del cuello y en la parte alta del tronco.

 

          En la mayoría de pacientes disfónicos nos encontramos con una falta de consciencia  de la zona diafragmático-abdominal; no sienten el vientre y cuando lo intentan  movilizar voluntariamente para respirar, lo hacen de manera rígida y poco armoniosa. En estos casos, la respiración con movilización costo-diafragmática sólo es posible en posición de acostado y frecuentemente se efectúa de manera superficial, bloqueando la inspiración, la espiración o ambas fases del movimiento respiratorio.

 

          Nuestro trabajo como fonoaudiólog@s estará encaminado a desarrollar una mayor consciencia respiratoria; a desbloquear, si fuera preciso, el movimiento de la inspiración y de la espiración; a crear mayor espacio para que el diafragma pueda incursionar libremente entre el tórax y el abdomen. Nos interesará fundamentalmente  que cada persona encuentre su propio ritmo respiratorio, y que «actúe» a partir de él, ya sea permaneciendo en silencio o interactuando  con otras personas. Se trata de  respirar para estar con uno mismo, para hablar o para cantar desde el centro del vientre y permaneciendo en él en todo momento.Esto no implica el uso de la respiración abdominal  sino la movilización conjunta y armónica del diafragma, costillas inferiores y de la zona  lumbar. Se trata de reencontar una respiración «libre» y abierta, y que se adapte a las diferentes necesidades del individuo: permanecer en silencio, conversar, cantar, utilizar la voz de proyección, practicar un determinado deporte, etc.