Anteriormente, hemos analizado el papel de la  nariz como puerta de entrada del aire. Hoy nos detendremos en analizar el comportamiento del tórax durante el proceso respiratorio, ya que  en él se sitúan un conjunto de órganos, músculos y estructuras óseas que -en condiciones óptimas -,  llevan a cabo una acción flexible  y elástica.

LAS PAREDES ÓSEAS QUE ENVUELVEN LOS PULMONES

El tórax está  delimitado por estructuras óseas que protegen  a los órganos que están alojados en su interior: los pulmones, el corazón  y algunos órganos del sistema digestivo  como el esófago y el  estómago.

Estas estructuras  óseas son:

  • El esternón, en la parte media y anterior del pecho
  • Las costillas, que se insertan en el esternón por delante y en la columna vertebral por detrás
  • La columna vertebral  a lo largo de toda  la espalda

A su vez, existen numerosos músculos situados en el tórax, que  hacen posible  la dilatación y retracción del tórax  en todas sus dimensiones durante el proceso respiratorio.  Esta actividad  elástica,  hace que a su vez, se muevan las costillas, el esternón, y la columna vertebral en la inspiración y en la espiración.

Así, huesos, cartílagos y músculos trabajan en común  para que respiremos de manera libre y flexible, permitiendo  una sincronía  perfecta entre  los pulmones y el diafragma.

Los pulmones aumentan de tamaño con la entrada del aire, al tiempo que el músculo  diafragma  desciende  favoreciendo la expansión pulmonar. A  la inversa, cuando dejamos salir el aire y los pulmones   reducen su tamaño, el diafragma se relaja y  asciende nuevamente a su posición más alta dentro del tórax.

Las costillas

Tenemos doce pares de costillas; las siete primeras se articulan  por delante con el esternón y por detrás con cada vértebra de la columna vertebral, a la altura de la zona dorsal. Para que el movimiento  sea flexible y elástico, la costilla no se inserta directamente en el esternón o las vértebras, sino a través de un cartílago que  les permitirá  moverse con cierto grado de flexibilidad.

Si no fuera así, toda esta estructura  ósea sería como una dura coraza, rígida e inmóvil.

 Las otras cinco costillas ya no se insertan por delante con el esternón, sino que  se unen cada una con la que está  por arriba de ella. Precisamente por ello,  es la zona más elástica y flexible de la caja torácica, y también  la más próxima al músculo diafragma, músculo inspirador por excelencia.

Cuando  inspiramos, las costillas  se abren elásticamente hacia los lados  y hacia arriba, mientras que al espirar hacen el recorrido inverso, es decir, hacia  adentro y abajo. Este movimiento  es más perceptible  a la altura de las últimas costillas.

La columna vertebral

También la columna “respira”, y lo hace de la siguiente manera:

  • en la inspiración se alarga elásticamente:  la mitad superior (zona dorsal y cervical),  se alarga hacia arriba, y la zona inferior (lumbares, sacro y coxis), se alarga en dirección contraria.
  • En la espiración la columna  recupera la longitud propia del estado de reposo. Los extremos   se aproximan levemente, como consecuencia de la retracción  de las costillas  y del ascenso del diafragma.

Podemos imaginarnos este movimiento si  cogemos un elástico por sus extremos y suavemente los alejamos y acercamos  unos pocos centímetros. 

RESPIRACIÓN Y TÉCNICA VOCAL

Si queremos utilizar nuestra voz, especialmente  como docentes, comunicadores  o cantantes, es necesario armonizar primero nuestra respiración, hacerla  de manera elástica, flexible, sin contracciones musculares. Este es un trabajo que lleva su tiempo, pero especialmente, mucha consciencia de nuestro propio cuerpo.

Si nuestra respiración es flexible y natural, luego podremos modificarla voluntariamente  a la hora de utilizar nuestra voz con proyección, ya sea en una clase, e una reunión, etc. con cierto grado de proyección, como ocurre co  los cantantes.

En cambio, si no hacemos primero el proceso de desbloquear nuestra respiración,  y tenemos nuestro diafragma tenso, nuestras costillas rígidas y el vientre endurecido, trasladaremos esta tensión a la técnica vocal que estemos  aplicando.

 Por ello, insistimos en la necesidad de  reencontrar nuestra respiración natural, libre de tensión muscular,  para luego ponerla al servicio de una técnica vocal eficiente.

EJERCICIO 1

EJERCICIO 2

EJERCICIO 3?